Desde pequeñas muchas personas imaginan ser como los personajes de televisión o alguno del mundo de Hollywood; pero a medida que crecemos nos damos cuenta de que nadie puede ser igual a alguien que admire simplemente por desearlo, pues a cada uno se le asignó una personalidad distinta con capacidades, habilidades, inteligencia y voluntad diferentes. El problema es que en millones de personas estos talentos no son descubiertos ni desarrollados por distintas razones; como por ejemplo: el miedo, la falta de fe, la pereza o la ausencia de los padres o mentores que ayuden a tal fin.
“Leer la biblia te hace sabio, activa tu fe, y te direcciona para una eternidad gloriosa. ”
Cuando leemos las historias de los grandes hombres de la Biblia, ellas no solo nos revelan lo que fueron capaces de hacer; también nos inspiran a soñar y creer que de igual manera nosotros podemos entrar en esa dimensión donde el talento, la fuerza y la gracia sobresalen y marcan la gran diferencia. Sin dudas la voluntad de Dios es que cada ser humano llegue al conocimiento de lo que está establecido y revelado para cada persona, pues la intención de Dios es que cada uno supere los miedos y desarrolle en su interior una naturaleza capaz de superar todos los desafíos por más difíciles que sean y así alcanzar los objetivos y el propósito por el cual fue creado.
La vida de Moisés nos inspira a creer que, aunque hayamos estado por mucho tiempo en un desierto espiritual sin poder ver resultados esperados; desde ahí Dios puede sacarnos con su poderosa mano, para que enfrentemos imperios del mal que hoy subyugan a nuestra sociedad y que quizás están hoy en tu propia casa. Es la palabra escrita la que genera esa Fe que activa el poder para creer que somos capaces a pesar de las limitaciones, errores y el entorno que tenemos. Moisés no convivía en medio de un gran ejército de modo que pudiera inspirarse y confiar en ellos como para ir y enfrentar a Egipto; él estaba rodeado de simples ovejas, como muchos lectores que solo ven a diario papeles, herramientas y un gran desierto en materia emocional y quizás también en lo económico. Moisés fue llamado por Dios para ir a Egipto y liberar a Israel, lo demás está escrito y al alcance de cada uno. Nosotros al leer las escrituras podemos imitar su fe y alcanzar la meta que Dios nos puso por delante.
Leer la biblia te hace sabio, activa tu fe, y te direcciona para una eternidad gloriosa. .
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